Un país sin fin-Mar Hernández/Malota proyects

Un libro ilustrado lleva consigo mucho trabajo de ilustración, también de autoría y edición, pero sobre todo de ilustración. Por esa razón en ocasiones el beneficio económico del el ilustrador (y no hablo de Rebeca DAutremer o Benjamin Lacombe) no compensan las horas de trabajo, la inversión en material y el estrés. Como en otros campos el mayor beneficio se lo llevan los intermediarios. Así que últimamente muchos ilustradores han optado por la opción yo me ilustro, yo me lo edito, yo lo distribuyo y la Red facilita mucho esta tarea. Es el caso Mar Hernández que ha hecho un hueco entre sus múltiples actividades para dibujar, escribir, editar y producir Lugares sin fin.





Mar define su libro como “un libro para adultos apto para niños”, “el contenido del libro es lo suficientemente abierto para que cada cual pueda sentirse identificado con las historias y de este modo encuentre una interpretación particular basada en su experiencia personal”








Lo bueno del yo me lo guiso yo me lo como es que no estás sujeto a fechas ni presiones externas de modo que puedes pararte a investigar con técnicas y métodos de trabajo y eso siempre es un aprendizaje y seguro que tiene mucho de disfrute personal.







Lo malo es que tienes que decidir cosas que antes te daban hechas.








Aunque en este libro Mar ha podido permitirse el lujo de investigar para ella  la técnica “siempre ha de estar en un segundo plano, actuando como recurso que nos permite contar aquello que queremos decir de la mejor manera posible”.


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